Doña Luz Virginia Weber de Hernández fundó esta ganadería en 1978, un año después de que falleciera su suegro, don Carlos Hernández, propietario de Rancho Seco, quien dictaminó que, cuando él faltara, nacieran tres nuevas casas ganaderas, una de las cuales le correspondió a ella y le puso el nombre de María del Carmen, en honor al pseudónimo que utilizaba su suegra, doña Beatriz González Carvajal, al escribir. Fundó la ganadería con 60 vacas y 3 sementales de Rancho Seco. Se presentó en la Plaza México el 10 de noviembre de 1985 con seis novillos: “Debutante”, “Remendado”, “Vicario”, “Novelista”, “Capuchino” y “Nenito”, para Humberto Flores, Germán Garza y Juan Clemente. El 9 de agosto de 1988 el Departamento del Distrito Federal le otorgó el cartel. En 1989 agregó vacas y sementales de Garfias para refrescar su simiente con la sangre de Saltillo. Doña Luz Virginia Weber fue vocal del Consejo Directivo 1991-93 de la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia. El 15 de junio de 1997 lidió una novillada en Pachuca, Hidalgo, donde Antonio Guajardo cortó una oreja. Agregaron vacas y sementales de Joaquín Buendía (Santa Coloma) y Murube buscando la bravura combinada con la emoción y el buen estilo. En 1999 traspasó la ganadería a su actual poseedora quien ve por ella junto con su esposo, el rejoneador Giovanni Aloi y le cambiaron el nombre a San Antonio de Padua.