Ganadería
Garabato
Esta antigua ganadería data del siglo XIX, cuando don Luis Aguilar heredó la hacienda y la intercambió con su hermana María, a quien le gustaba la vida del campo y estaba casada con don Celestino Rangel Camino; éste comenzó la cría de ganado bravo en esas tierras con reses criollas en una superficie de 10,000 hectáreas. Se presentó en el vetusto coso del Buen Gusto en Aguascalientes a finales del siglo XIX y en la plaza San Marcos lidió el 3 de enero de 1897 donde se lidió al toro ?Jilote? que fue muy bravo en la suerte de varas matando cuatro caballos. Lidió por primera vez el 20 de julio de 1913 en El Toreo de la Condesa: seis novillos para Ignacio Ezpeleta Ezpeletita, José Amuedo, Sebastián Suárez Chanito, Francisco Berea Camiserito, José Carrasco Carrasquito y Manuel Ríos Jerezanito. Al fallecer este pionero de la ganadería, el 2 de marzo de 1932 en Aguascalientes, heredó la hacienda su hijo, don Celestino Tato Rangel Aguilar, quien apoyaba al padre desde 1928 en la administración y cuidado del rancho, año en que adquirió varios sementales de San Mateo y Piedras Negras. Tuvo que enfrentarse a mil calamidades, entre ellas la Ley Agraria, por la que perdió 9,600 hectáreas y conservó sólo 400. Se vio en la necesidad de rentar a los ejidatarios el terreno para poder sostener la hacienda. Llevó sus toros a varias plazas del país, especialmente en el norte: Chihuahua, Ciudad Juárez, Monterrey, Parral, Durango, Mazatlán y Guadalajara, donde cosechó muchos triunfos. En 1937 prácticamente rehizo su ganadería con vacas de Malpaso y 4 sementales de Zacatepec y en 1947 agregó 4 más de la misma procedencia. Don Celestino lamentablemente dejó de existir el 29 de septiembre de 1972 y heredó la ganadería a su hija, doña Rosalinda Rangel. En 1973 se presentó en La Plaza México con 6 novillos para José Manuel Montes, Artemio Becerril y Adolfo Guzmán. Posteriormente agregó 4 sementales de Mariano Ramírez, 2 en 1974, uno en 1981 y otro en 1999. Doña Rosalinda Rangel de Iñiguez falleció el 16 de febrero de 2004 y desde entonces son sus sucesores quienes ven por la ganadería.