Esta casa ganadera la fundó en el año de 1960 don José Julián Llaguno Ibargüengoitia con 60 vacas y dos sementales de don José Julián Llaguno, procedencia directa de una de las casas madres de la ganadería brava mexicana, así que con ese amor a la tierra, la dedicación, el esfuerzo diario y con su abolengo inició esta casa. El 19 de febrero de 1961 lidió su primera novillada en Fresnillo, Zacatecas. En 1986 don José Julián le cedió a su hijo José Miguel Llaguno quien también recibió los conocimientos y afición de su casa para el manejo y cuidado de los toros de lidia. Tiene variedad de pintas pero fundamentalmente los negros y los cárdenos, con algunas particularidades como luceros, coleteros, jirones o cinchados, lo que hace de la vista un auténtico paisaje del campo bravo mexicano. Sus toros son de cornamentas desarrolladas que le dan majestuosidad imponente. El terreno es muy agreste, con mucha piedra que le da fortaleza de pezuñas, por lo empinado de los terrenos en las subidas para tomar agua y bajadas a comer muestran una musculatura de atletas. El cuidado y manejo de los toros y las puntas de vacas es muy celoso, ponen a los sementales con las vacas tres meses al año, lo que les da nacencias uniformes para formar camadas muy parejas, las faenas camperas las realizan conservando la tradición y con un elevado nivel de exigencia para conservar el prestigio muy por encima del negocio. José Miguel además de ser un digno continuador de su estirpe, porque transmite el amor por la tierra y por el toro, es un hombre sencillo, franco y un gran anfitrión que hace inolvidable el paso por su casa ganadera mexicana.