En 1908 uno de los criadores próceres de la ganadería brava mexicana, don Romárico González, fundó esta histórica casa en el mismo sitio donde ahora se encuentra, con vacas de Tepeyahualco y un semental de Eduardo Ibarra. Ese mismo año agregó varios sementales de Piedras Negras. Se presentó en el Toreo el 30 de noviembre de 1913 con seis toros para Vicente Pastor y Rodolfo Gaona. Lamentablemente don Romárico falleció en 1918 y legó la ganadería a su hijo, don Wiliulfo González quien, en 1923, agregó 4 vacas de Piedras Negras. El 21 de agosto de 1941 falleció don Wiliulfo en plena faena campera y heredó la ganadería don Romárico González González, El Amo Maco, quién debutó al frente de ella en el Toreo de la Condesa el 30 de noviembre de 1941, en un mano a mano de Jesús Solórzano, quien cortó las dos orejas y el rabo a “Picoso”, y Silverio Pérez. Una de las ganaderías de más prestigio que obtuvo muchos triunfos trascendentales en nuestra Fiesta, además regó su sangre en muchas ganaderías mexicanas que han tenido mucho éxito. En 1966 se divide la ganadería en cinco partes; don Romárico conservó el hierro y la divisa así como el casco. Ese año agregó un semental de Santo Domingo y, en 1969, la vendió a Federico Luna Paz quien, a su vez, agregó 30 vacas y 2 sementales de Mimiahuápam. En 1972 adquirió un semental de San Martín además de 40 vacas y uno de Piedras Negras. En 1986 vendió una parte de la ganadería a don Jorge Antonio y don Luis Javier Rojas Cardoso y, en 1997, la totalidad de la misma. Han enfrentado con afición los terribles problemas de la pérdida de los terrenos más valiosos del rancho, sosteniendo la ganadería, enfocando los esfuerzos en volver a colocarla en los más altos niveles de la Fiesta en México.